El retablo mayor de Santa María y San Martín se encuentra situado en la cabecera del ábside. Se trata de un característico retablo barroco de madera policromada realizado a partir de la segunda mitad del siglo XVII,
Se articula en un solo cuerpo dividido en tres calles y coronado por un gran remate.
En las calles laterales podemos ver esculturas de San Pedro y San Pablo representados con sus atributos de apóstol; San Pedro viste túnica azul y manto dorado, y lleva en su mano derecha las dos llaves. San Pablo con túnica verde y manto rojo lleva la espada en su mano izquierda y el libro en la derecha.
En la calle central el tabernáculo ocupa la mitad inferior del piso, mientras que en la mitad superior se sitúa una hornacina que alberga el tema de la Asunción a los cielos y Coronación de la Virgen. Aparece la Virgen ascendiendo a los cielos, rodeada de ángeles, mientras uno de ellos se dispone a ponerle la corona. La escena se abre mediante ricos cortinajes que sostienen los ángeles.
El remate del retablo se adapta a la arquitectura de la nave, adoptando una forma semicircular. La rosca del arco se decora con tres querubines en cada uno de los lados. En el ático, sobre peana, se sitúa la imagen de San Miguel, con armadura en mano izquierda y la empuñadura de una espada en la derecha, pisando al demonio. A la derecha del San Miguel, la figura de un San Pedro en Cátedra, con tiara papal, túnica blanca y manto azul, y libro en la mano izquierda. A la izquierda, la figura de San Martín a caballo, representado en el momento en el que parte la capa para dársela al pobre.
En las naves laterales podemos ver otros dos retablos, el de la derecha presidido por la Virgen del Rosario y el de la izquierda por el Crucificado.