Las viviendas de Villallano están construidas en sillería y sillarejo. Existen en el pueblo varias e interesantes casonas solariegas muchas de ellas blasonadas. Algunas muestran escudos pertenecientes a la Orden de Calatrava fechados en el año 1673, señal de que en ellas vivieron algunos caballeros pertenecientes a dicha Orden. En uno de los escudos se pueden ver símbolos del Santo Oficio lo que significa que su propietario estaba relacionado con el Tribunal de la Inquisición.
También en el casco urbano existía hace años un humilladero.
En la actualidad, el pueblo cuenta con una importante industria de extracción de piedra.
Existe documentación que demuestra que en 1752 había un término cerrado al sur del pueblo que pertenecía a un tal don Diego Manrique de Ulloa, vecino de la localidad de Olmedo. Dicho terreno estaba situado entre los pueblos de Villallano y Villaescusa. En esta fecha había en el pueblo 20 vecinos y 20 casas habitables.
En el pueblo hay una ermita llamada de Nuestra Señora de los Remedios.