La casi total despoblación de la localidad ocasionó el estado de abandono del templo parroquial, debido principalmente a la falta de uso y mantenimiento, a pesar de su inestimable valor histórico y artístico.
Recientemente ha sido restaurada, cambiando la cubierta y la carpintería de ventanas, puertas y coro. También se han repuesto las piezas de cornisa que han desaparecido, sustituyéndolas por otras similares del mismo material realizadas sin ornamentación para evitar un falso histórico.