“El lugar de jabalíes de los Infantes”
Los orígenes de este pueblo son muy antiguos ya que en él existen unas tumbas antropomórficas excavadas en la roca en lo que se conoce como Pago de San Millán, a la salida del pueblo, y unos eremitorios rupestres a los pies del Monte Bernorio denominados San Román y Cueva de La Peregrina.
Con motivo de la fundación de la Abadía e Infantado de Covarrubias por el conde de castilla Garci Fernández, se hace donación el 24 de noviembre de 979 por el mismo a su hija Urraca de la villa de Porkera, en Ybia.
En lo civil y en lo eclesiástico, Porquera perteneció a la burgalesa Abadía de Covarrubias, villa cuya condición de infantado pudo motivar el que el pueblo se llamase de los Infantes.
El marqués de Aguilar la compró con la obligación de dar al monasterio de Covarrubias nueve mil maravedíes anuales de renta que ún se pagaban en 1569.
Un caballero, Rodrigo de Porquera, y su mujer María Nicolás, habían hecho en el año 1193 donación de bienes suyos en Porquera al obispo de Burgos, Marín. Esta donación fue realizada ante el notario Juan de Rublacedo, según queda registrado en el Archivo de la Catedral de Burgos y donde el pueblo aparece nombrado sólo como Porkera.
El rey Enrique IV de Castilla cedió en 1474 las tercias reales que le correspondían en Porquera al Abad de Covarrubias, habiéndolas ecuperado en 1509 Fernando el Católico, que enmendó no pocas mercedes excesivas de sus predecesores. Enrique IV murió en 1474.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional que en el censo de 1842 contaba con 10 hogares y 52 vecinos, para posteriormente integrarse en Villarén de Valdivia.
Las casas del pueblo de Porquera están construidas en sillería y mampostería y se distribuyen de forma radial en torno a la plaza. El pueblo está rodeado de tierras de cultivo.
Más información:http://www.porquera.com/