En el exterior podemos ver 18 canecillos que sujetan la cornisa, nueve en el muro meridional, que representan a un arpista, una bella danzarina-contorsionista, un león rampante, un personaje femenino con una serpiente, otro masculino acuclillado y levantando impúdicamente su vestimenta, un varón vestido con túnica, una pareja de peces, un arquero y un ave y en el muro septentrional de la capilla adosada a la cabecera se reutilizan los otros nueve canecillos correspondientes al muro norte de la cabecera. Dos presentan perfil de nacela, otro recibe dos rollos y el resto son figurados: uno con una cabeza barbada, otro con una esfinge masculina de cuerpo y crines de león y cabeza barbada. Les siguen una mujer vestida con túnica con ceñidor de pliegues horizontales paralelos y brazos en jarras sobre fondo de hojas, un personaje alado muy deteriorado, otro can irreconocible por su lamentable estado y otro con motivos geométricos y florales.
En el interior se conservan dos extraordinarios capiteles. En el capitel del lado del evangelio se desarrolla el combate de dos jinetes cuyo enfrentamiento es detenido por una dama mediadora central, ricamente vestida con túnica, manto y tocado, que sujeta las riendas de las monturas. Los caballeros visten cota de mallas con capucha, asiendo las riendas con la mano interna mientras desenvainan sus espadas con la otra. Esta escena de mediación se interpreta como reflejo de las instituciones medievales de la Paz y la Tregua de Dios y ejemplifica el papel mediador de la Iglesia en los asuntos terrenales. El prominente cimacio se decora con hojas y tallos entre los que vemos una escena de caza: un hombrecillo, situado en la esquina izquierda, blande su lanza contra un jabalí.
El capitel frontero muestra una de las escenas recurrentes en el románico palentino: el personaje -tradicionalmente interpretado como Sansón- que cabalga y desquijara a un león.
Luce Sansón barba corta, larga melena suelta y manto ondeante. Como en otros casos palentinos, a esta escena central acompañan en las caras cortas de la cesta enigmáticos personajes de rasgos idénticos al citado. El de la cara oeste sujeta con su diestra la cola del animal mientras que con la otra hace gesto de cortarla con la ayuda de un cuchillo curvo o pequeña hoz. En la cara que mira al altar aparece Sansón con una especie de quijada o tranca. El cimacio se decora con un friso de tallos entrelazados acogiendo hojas carnosas, un león rampante y una mujer mesándose su larga melena partida contra la que dispara un arquero.