Revilla conserva una antigua fuente y el pilón anexo, además de otra más moderna en la plaza del pueblo.
En el centro del pueblo, detrás de la Iglesia, se conserva en perfecto estado el potro utilizado en épocas pasadas para herrar caballos y vacas.
En este pueblo se han reformado la mayoría de las casas, acondicionando los antiguos espacios destinados a los animales o a los aperos para que sirvan actualmente de viviendas.
Cerca de Revilla hay dos despoblados, el de Santa Inés, que se despobló a mediados del siglo XIX, y el de San Román, entre Revilla y Pomar.
En los alrededores hubo también varias ermitas que hoy han desaparecido.